alén de la tipo C aún quedan muchos desafíos
Salud

alén de la tipo C aún quedan muchos desafíos

Impulsar estrategias de supresión de las hepatitis virales en España es clave, puesto que prosiguen siendo un problema médico global. Este reto, como las líneas estratégicas para la consecución del objetivo de su supresión, marcado por la OMS para dos mil treinta, fueron dos de los temas abordados a lo largo del simposium «Poniendo el foco en las hepatitis virales», organizado por Gilead en el marco del XXXII Congreso de la Sociedad Catalana de Digestología, festejado esta semana en Tarragona.

«El tratamiento de las hepatitis virales, pese al éxito de sanación conseguido en el caso de la C, tiene ante sí abundantes desafíos. Hay mucho por hacer e investigar en el caso de la tipo B y de la D, ya que van de la mano. Lograr el éxito en el tratamiento, pese al tiempo que se lleva estudiando, es complicado ya que es un virus cuyo ciclo de vida es muy complejo y es capaz de provocar reactivaciones y mofas a nuestras defensas, manteniéndose en el organismo a lo largo de años», explica el Dr. Xavier Forns, del Centro de salud Clinic de Barna.

Así, en la mesa llamada «Piensa en D, cuando veas B», los doctores Forns y Juan Carlos Hurtado, asimismo del Clinic, recordaron que la tipo D (VHD), del mismo modo que el resto de las hepatitis virales, tiene un elevado impacto en la salud global, tanto por su gravedad como por el número de perjudicados. En nuestros días, existen entre quince y veinte millones de personas inficionadas en el planeta. En este sentido, el Dr. Forns explica que «es la más grave y la de peor pronóstico», la de más veloz progresión entre las hepatitis, acrecentando hasta 3 veces el peligro de dificultades hepáticas y mortalidad, afectando, además de esto, a pacientes jóvenes que padecen un deterioro veloz de su salud y de su calidad de vida. Su severidad e infradiagnóstico deberían impulsar a que se realice su «screening» en todos y cada uno de los pacientes que la tienen, como aconsejan las guías nacionales y europeas.

Asimismo el Dr. Francisco José Martínez Cerezo, del Centro de salud San Juan de Reus y moderador de la sesión, piensa que «quedan temas por resolver»: «Si bien disponemos de tratamientos eficientes que logran sanar la infección por el virus de la hepatitis C, esto no es así en el caso de la B, en el que el tratamiento logra supervisar, mas no quitar el virus».

En el caso de la hepatitis delta, nos hallamos frente a una enfermedad extraña cuya prevalencia en España se estima en torno al cinco por ciento de los pacientes inficionados por el VHB y para la que, hasta el momento, no hay ningún tratamiento aprobado. De la misma manera que en la hepatitis C, todos y cada uno de los pacientes con delta se podrían favorecer del tratamiento, siendo los de bajo grado de fibrosis los que más pueden apreciar un tratamiento que limite su progresión.

«Se deben facilitar los circuitos de diagnóstico y derivación al especialista, hacer programas de busca de pacientes perdidos en el sistema para identificar a los que ya están diagnosticados mas no han recibido tratamiento, y cribar a los pacientes con riesgo; sin olvidar el desarrollo de campañas divulgativas y de educación sanitaria dirigidas a poblaciones frágiles y fuera de los circuitos sanitarios convencionales», explica el doctor Martínez Cerezo. Hoy día, aún hay un treinta y cinco por ciento de ciudadanos no diagnosticados que ignora que tiene la enfermedad.

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