Motivos para cambiar tus hábitos alimenticios
Llevar una dieta sana es el punto básico de un estilo de vida saludable. Sin lo primero es imposible conseguir lo segundo. Sin embargo, el cambio de hábitos alimenticios puede convertirse en un escollo insalvable para algunas personas.
Es a estas personas a quienes vamos a ofrecerles una relación de motivos convincentes para que se atrevan dar el paso, apoyados por unos sencillos consejos facilitados por la tienda cestadefruta.es:
Cambia tu dieta y mejora tu aspecto físico
Ponerse a dieta no significa pasar hambre: hay muchas dietas sanas, pero saciantes, que puedes elegir para perder peso y grasa corporal.
La mejor manera de seguir un régimen adelgazante sin privaciones es ponerse en manos de un nutricionista que analice tu caso y te prescriba la dieta más adecuada, teniendo en cuenta tu edad, tu sexo, tus hábitos de vida, tu condición física y tu estado de salud.
Aumenta tu musculatura mediante la alimentación y disminuirá tu tendencia a engordar
Una dieta equilibrada con mucha proteína y baja en grasa es una manera excelente para adquirir masa muscular, especialmente si la combinamos con algo de ejercicio.
A mayor masa muscular, mayor es el gasto energético del organismo para nutrir al músculo y, por tanto, menor la tendencia a almacenar la energía sobrante en forma de grasa.
Con unos hábitos alimenticios que incluyan proteínas de alta calidad, mejorarás tu tono muscular, tendrás más vigor y serás menos propenso a coger peso.
Mejora tu estado mental cambiando tus hábitos alimenticios
La mala alimentación continuada, inevitablemente nos lleva a padecer sobrepeso y a sentirnos fatigados, apáticos y aletargados.
Es un hecho que una alimentación adecuada evita todos esos problemas y también los trastornos psicológicos que experimentan muchas personas obesas.
Adicionalmente, las personas que han mantenido durante décadas una dieta sana muestran en las estadísticas médicas un menor índice de demencias y otras enfermedades mentales neurodegenerativas.
Ralentiza los signos de envejecimiento y protégete de las enfermedades con una dieta sana y equilibrada
Médicos y nutricionistas coinciden en que un alto porcentaje de los trastornos y enfermedades que se presentan según vamos envejeciendo son una consecuencia directa de unos hábitos de alimentación inadecuados.
Consumir las proporciones justas de proteínas, hidratos de carbono, grasas y micronutrientes esenciales evita los trastornos cardiovasculares y la diabetes, a la par que aumenta las defensas del organismo contra virus, hongos y bacterias.
Además, está comprobado que el consumo habitual de verduras y frutas ricas en antioxidantes retrasa los signos de envejecimiento de la piel.
Pautas básicas de alimentación saludable
¿No sabes por dónde empezar? No hace falta que te prives de comer. Simplemente hazlo siguiendo estas pautas:
- Elige alimentos de alto contenido proteico y bajos en grasas: carnes magras, pescados y derivados de la soja
- Compleméntalos con cereales y legumbres, ricos en carbohidratos saludables y en fibra
- Evita siempre las grasas y los azúcares
- No consumas alimentos ultraprocesados
- Consume vegetales y frutas frescas en abundancia: aportan los micronutrientes y la fibra que necesita tu organismo
- Bebe al menos un litro y medio de agua al día (si son dos, mejor que mejor)
Y repetimos nuestro consejo inicial: si quieres cambiar tus hábitos alimenticios sin esfuerzo y percibiendo los resultados desde el principio, acude a un buen nutricionista y deja que se encargue de planificar tu nueva forma de alimentarte: te sorprenderás de lo fácil que es mantenerse en forma sin sacrificios ni privaciones alimenticias.