Tecnología

Cómo usar el aire acondicionado y ahorrar energía eléctrica al mismo tiempo

Más de un 48 % de los españoles cuentan con un aire acondicionado en el hogar y al menos la mitad de ellos no sabe cómo usarlo para que no impacte en su factura de luz

La última ola de calor del año pasado hizo que las temperaturas alcanzarán hasta los 45 grados centígrados, lo que -obviamente- disparó el uso de los sistemas de climatización. Sin embargo, el impacto económico no fue tan alto en comparación con los veranos anteriores, al menos no para un poco menos de la mitad de los usuarios, quienes manifestaron que su consumo de energía no tuvo ninguna variación con respecto al de otros años.

Esta cifra prende las alarmas, pues es un claro indicio de que, en algunos hogares, no se sabe cómo se puede disfrutar de una temperatura agradable sin tener que gastar más de la cuenta.

¿De dónde se originan los costes?

El precio de un aire acondicionado suele ubicarse entre los 300 y los 600 euros, lo cual es un precio razonable. El inconveniente real no es ese, sino el gasto adicional que genera su uso indiscriminado. En algunas ocasiones, esta práctica le representa a las familias una cantidad extra en la factura del servicio eléctrico que varía entre los 20 hasta los 60 euros.

El problema es que ese número podría reducirse al mínimo usando el aparato de forma óptima y aprovechándose de todas sus funcionalidades. De hecho, tener un aire acondicionado que se use correctamente podría significar un ahorro de al menos 25 euros de electricidad sin que se disminuya en ningún sentido los beneficios que espera el consumidor final con la compra de esta tecnología.

Técnicas para usar el aire acondicionado de forma adecuada

Adquirir un equipo con la potencia apropiada

Según la eficiencia energética, los aires acondicionados -y otros electrodomésticos- cuentan con una clasificación que va desde la letra A hasta la G, siendo la A los más eficientes. Es obvio que comprar un aparato de bajo consumo eléctrico genera, por ende, una factura eléctrica menos abultada. Pero, ¿qué pasa con el área de cobertura?

Una de las variables que no toman en consideración la mayoría de los usuarios es que la superficie de la zona que será refrigerada importa. Tener un aire acondicionado que funcione a su máxima potencia para poder mantener una temperatura deseada, no solo fuerza al equipo a trabajar a tope -lo que disminuirá tarde o temprano su vida útil- sino que además genera un mayor gasto de energía, sin importar qué tan eficiente es el diseño.

Por eso, es recomendable que los usuarios de aires acondicionados verifiquen que la zona beneficiada tenga unas medidas acordes a su potencia máxima. Esto puede hacerse directamente leyendo el manual del fabricante.

En caso de que se tenga un dispositivo que no cumpla con los requerimientos de la zona, es preferible cambiarlo por otro que sí lo haga cuanto antes.

Ajustarlo a la temperatura ideal

Si se desea disfrutar de un clima agradable, bastará con ajustar la temperatura del aire entre los 24 a los 22 grados, ya que mientras más se baje la temperatura, más potencia necesitará el dispositivo para enfriar la zona y esto se traduce en más euros que pagar al final del mes.

Adaptar el hogar para una mejor climatización

El estado de un inmueble puede significar la diferencia entre el ahorro o el desperdicio de dinero, en especial si se trata del consumo eléctrico. Para que el aire acondicionado funcione de manera apropiada, basta con asegurarse de realizar algunas mejoras en el hogar, que también servirán para las calderas a gas o eléctricas en la época de invierno.

Se debe verificar que los marcos de las puertas y ventanas no cuentan con escapes de aire, cerrar las persianas para evitar el impacto directo de los rayos del sol y mantener las ventanas cerradas mientras que el aparato se encuentra en funcionamiento. También se puede evaluar la instalación de toldos que aseguren un mayor rango de sombra.

Llevar a cabo las labores de mantenimiento

El mantenimiento es la clave para hacer que cualquier máquina no solo se mantenga en su punto máximo de operación, sino también para alargar su vida útil.
Es importante acudir al servicio técnico al menos una vez al año para que evalúe el estado del compresor y se asegure de que no haya escapes de refrigerante.

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