Curan a un hombre de VIH tras un trasplante celular
Economía

Curan a un hombre de VIH tras un trasplante celular

A fines de dos mil veintiuno, había en el mundo entero treinta y ocho con ocho millones de personas inficionadas de VIH, dos tercios de los que estaban concentrados en África, conforme datos de la OMS. En verdad, esta organización afirma que esta enfermedad prosigue siendo en pleno siglo veintiuno uno de los mayores problemas médicos pública mundial. Y es que ya se ha cobrado la vida de más de cuarenta millones de vidas y se prevé que otras siete con siete millones podrían fallecer en los próximos diez años frente al incremento de las infecciones a consecuencia de las interrupciones en el servicio del VIH a lo largo de la pandemia de covid y la ralentización de la contestación de salud pública al virus.

Por esta razón, los estudiosos prosiguen sus trabajos para intentar hallar una solución para esa enfermedad. Hasta el momento, el enorme avance ha sido transformarla en crónica y los datos de supervivencia han sido positivísimos. No obstante, no resulta suficiente y la ciencia avanza con el fin de eliminarla. Así que cualquier progreso en esta línea resulta esperanzadora. Tal es el caso del resultado que estudio se ha llevado a cabo por el consorcio internacional IciStem, ordenado por el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa (centro impulsado de forma conjunta por la Fundación «la Caixa» y el Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya) y el University Medical Center de Utrecht (Países Bajos) a través del que se ha dado a conocer el tercer caso de sanación de un paciente VIH tras someterse a un trasplante de células madre.

«Junto a un genial equipo de profesionales de todo el planeta, llevamos 9 años estudiando estos casos inusuales en los que, merced a una estrategia terapéutica, el virus queda completamente eliminado del cuerpo. Deseamos comprender detalladamente cada paso del proceso de sanación para poder diseñar estrategias que sean replicables a toda la población», explica Javier Martínez-Picado, estudioso ICREA en IrsiCaixa, co-directivo de IciStem, y co-autor del artículo publicado en la gaceta «Nature Medicine».

El paciente de Düsseldorf

En dos mil ocho, un equipo médico de Düsseldorf (Alemania) diagnosticó la infección por el VIH a una persona que, más adelante, sería famosa como el paciente de Düsseldorf por su peculiaridad. Tras el diagnóstico, este empezó el tratamiento antirretroviral, que le dejó supervisar la infección y reducir la cantidad de virus hasta niveles indetectables en la sangre.

4 años después, en dos mil doce, este paciente fue diagnosticado de leucemia, esto es, un cáncer en las células del sistema inmunitario, por lo que debieron efectuarle un trasplante de células madre. En estos casos tan singulares se busca a una persona donante de células madre que tenga la mutación CCR5Δ32, ya que perturbación genética hace que la persona no genere una de las puertas de entrada del VIH en las células y, por consiguiente, complica la infección.

«Que coincidan todos estos factores es muy complicado, solo un 1 por ciento de la población tiene esta mutación y, además de esto, es preciso que sea un donante compatible a nivel sanguíneo para eludir el rechazo del trasplante», afirma María Salgado, estudiosa IGTP en IrsiCaixa y co-autora del estudio. En el caso del paciente de Düsseldorf, fue una mujer la dejó encajar todas y cada una de las piezas de este rompecabezas.

5 años una vez que le realizasen este trasplante, y tras haber pasado por dos recaídas de la leucemia y múltiples dificultades, el paciente logró estabilizarse. Desde ahí, el equipo estudioso consensuó retirarle el tratamiento antirretroviral contra el VIH para examinar si había tenido algún efecto el trasplante en esta infección. El resultado fue satisfactorio.

Hoy en día, el paciente de Düsseldorf tiene cincuenta y tres años y se halla en buen estado de salud. «Cuando dejó el tratamiento, le hicimos un seguimiento a lo largo de cuarenta y cuatro meses y no advertimos ningún indicio de virus en la sangre ni en los tejidos del paciente», asevera Salgado. «Tampoco hemos visto ninguna contestación inmunitaria característica de un rebrote viral. Sus defensas no están activadas contra el VIH por el hecho de que no deben defenderse contra el virus», especifica.

Todos estos datos dejan al equipo científico aseverar que la persona se ha curado de la infección por el VIH, transformándose así en la tercera persona en el planeta que logra la sanación de una enfermedad para la que, hasta el momento, no había cura. Se aúna de esta forma a los pacientes de Berlín y Londres que asimismo han superado la infección.

«Ninguno de ellos tiene unas peculiaridades inmunitarias singulares que les dejen supervisar la infección por el VIH de forma espontánea, sino el virus se ha eliminado del cuerpo a resultas de una intervención médica. Esto diferencia estos casos de exterminación de los de sanación funcional en controladores de élite o blog post-tratamiento logrados hasta el momento, en los que el propio cuerpo de las personas tenía factores singulares que les dejaba supervisar el virus», detalla Salgado. Si bien pueda verse, tras décadas de estudio, la luz al final del túnel en lo que se refiere a una enfermedad tan compleja, los estudiosos reconocen que «esta estrategia es muy beligerante y no es escalable al resto de la población».

El trasplante de células madre solo se aplica a personas que padecen una enfermedad hematológica y no tienen opción alternativa terapéutica. En el caso de las personas con VIH, sí hay una opción alternativa, y es el tratamiento antirretroviral. “Una posible estrategia con la que ya se trabaja es introducir la mutación CCR5Δ32 a través de terapia génica para lograr la sanación del VIH sin pasar por un trasplante», concluyen.

veintiocho con siete millones,en tratamiento antirretrovírico

En dos mil veintiuno, los últimos datos oficiales hasta el instante, había en el planeta veintiocho con siete millones de personas inficionadas por el VIH en tratamiento con antirretrovíricos. Ese año, la tasa mundial de cobertura del TAR fue del setenta y cinco por ciento (sesenta y seis-ochenta y cinco) por ciento . Con todo, resulta necesario proseguir ampliando el tratamiento, sobre todo el de los pequeños y los adolescentes, pues solo el cincuenta y dos por ciento (cuarenta y dos-sesenta y cinco por ciento ) de los pequeños de cero-catorce años de edad recibían TAR a fines de dos mil veintiuno. Solo en ese año, conforme la OMS, murieron seiscientos cincuenta cero personas (quinientos diez 000–860 cero personas ) por causas relacionadas con el VIH y contrajeron el virus uno con cinco millones (1,1– dos con cero millones).

Merced a los avances en los tratamientos la infección por el VIH se ha transformado en un problema médico crónico tratable que deja a quienes viven con el virus llevar una vida larga y saludable. Hasta junio de dos mil veintidos, ciento ochenta y nueve países, donde vive el noventa y nueve por ciento de las personas inficionadas por el virus a nivel del mundo, han adoptado la recomendación de la OMS de suministrar TAR para toda la vida a todo el mundo con VIH.

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