Descubre las ocho causas más frecuentes de los maullidos de tu gato
Los gatos se comunican con otros ejemplares de su especie, primeramente, mediante su lenguaje anatómico. En general es suficiente con las expresiones faciales y con los movimientos del cuerpo. Con esto un gato puede trasmitir de una manera bastante eficaz una gran cantidad de información sobre su estado anímico y sobre sus deSeos. No obstante, el maullido (como el ronroneo y el gruñido) asimismo es una herramienta de comunicación bastante útil para conforme qué circunstancias. Y no solo para comunicarse con otros gatos.

El maullido de los gatos es un tema verdaderamente interesante. Según lo que parece, un gato puede miar en más de sesenta tonos diferentes. Y no solo eso, cada gato es tan único como cada humano. Y como ocurre con las personas, existen algunos gatos que son más habladores y hay otros que lo son menos. Y dos maullidos supuestamente iguales (para el oído inexperto) pueden representar dos cosas totalmente diferentes.
Existen un sinfín de matices en el maullido de un gato. Todo depende de su duración, entonación e intensidad. La compañía de comida para mascotas “Advance” publicó hace unos meses un artículo en el que contaba los ocho primordiales motivos por los que un gato acostumbra a miar y que todos y cada uno de los dueños deberían conocer para poder conectar al límite con su gato:
El maullido del saludo
Este es un maullido suavísima. Es el maullido que tu gato usa para hacerse apreciar cuando entras en una habitación y no le prestas atención. Es algo como un “hola” o un “bienvenido”. Este sonido no implica necesariamente que este pidiendo nada específicamente. Sencillamente desea que sepas que está ahí.
Pide comida
Si tu gato y os conocéis desde ya hace cierto tiempo, lo más probable es que ya estés muy familiarizado con este sonido, pues es el maullido más recurrente de todos. Además de esto, los gatos se acostumbran a esforzar mucho para hacerse comprender cuando tienen apetito y acostumbran a acompañar esta clase de maullidos con pequeños paSeos a su comedero.
Desea mimos
El cerebro de un gato se semeja en un noventa por ciento al de un humano. En verdad, los dos tienen en su cerebro exactamente las mismas zonas dedicadas a las emociones. Esto, lejos de ser una pura curiosidad, asimismo patentiza que pueden ser unas mascotas cariñosas (pese a lo que muchos puedan meditar). Y esta asimismo es una de las razones más usuales por las que un gato acostumbra a miar. Los gatos asimismo precisan cariño y no vacilarán en pedirlo.
No le agradan los cambios
Conforme lo que explican en el artículo de “Advance”, los gatos expresan su desacuerdo con alguna novedad en nuestro hogar emitiendo unos maullidos bastante molestos. Por eso hace estos sonidos toda vez que mueves los muebles de lugar o traes de nuevos, haces una limpieza a fondo, renuevas la casa, etc. Mas deja de preocuparte demasiado, solo precisa un tanto de tiempo para habituarse a los cambios.
Te está riñiendo
Los gatos no son tan sumisos como los perros. Cuando vuelves a casa tras haber pasado todo el día fuera, no se va a lanzar sobre tu regazo para darte lengüetazos. Lo que hará es echarte la bronca por haberlo dejado solo tanto tiempo. Como explican desde “Advance”: “es una llamada de atención en toda regla que demanda explicaciones por tu parte”.
Limpia el arenero
Los gatos son animales muy limpios… y les agrada que todo a su alrededor esté limpio. Sobre todo, si es el sitio donde deben hacer lo propio. Por eso, cuando los maullidos son intensos y largos y además de esto están acompañados de viajes al arenero, lo que nos quiere decir es que ha llegado el instante de limpiarlo.
El maldito celo
Estos son los maullidos más molestos de todos. Son propios de la temporada de celo y son en especial intensos, incesantes y entrecortados. Con estos sonidos tratan de llamar la atención de otros miembros de su especie y comunicarles que están listos para el apareamiento. Para eludir el inconveniente de estos sonidos tan desapacibles (y otros inconvenientes más graves), los veterinarios acostumbran a aconsejar la esterilización.

Nerviosismo
Los gatos, del mismo modo que los humanos, asimismo pueden agobiarse y esta situación puede llevarlos a producir más sonidos de lo normal. Los felinos se agobian si perciben que no tienen el control del entorno en el que viven… o si sienten que existe algún riesgo al acecho. Un incremento repentino de la frecuencia e intensidad de los maullidos podría representar que trata de comunicar esta sensación de vulnerabilidad.