Descubren un nuevo riesgo que provoca el consumo de ultra procesados en el organismo
Consumir comestibles ultraprocesados de forma excesiva resulta perjudicial para la salud, como prueba la voluminosa evidencia a nivel científico que ya acorrala con sólidos razonamientos a esta clase de productos. Puesto que bien, ahora hay un nuevo razonamiento que se aúna a esta patentiza, ya que un trabajo en el que han cooperado múltiples conjuntos españoles del CiberOBN y de otras áreas del CIBER ha constatado que el alto consumo de comestibles ultra procesados se asocia a una mayor exuberancia de bacterias concretas del intestino humano relacionadas con enfermedades inflamatorias gastrointestinales, tal como publica la gaceta científica Frontiers in Nutrition.
La producción y el consumo de comestibles ultra procesados ha aumentado exponencialmente a lo largo de las últimas décadas y las consecuencias en la salud humana no se han hecho aguardar. En verdad, está probado que consumir en demasía este género de comestibles comporta un consumo en ocasiones alto de azúcares, sal y grasas sobresaturadas. Mas además de esto son comestibles que generalmente han sido sometidos a múltiples procesos industriales y/o se le agregan otros ingredientes alimenticios como edulcorantes, espesantes, colorantes o realzadores de sabor.
Diferentes estudios científicos han observado hasta el instante que estos comestibles podrían alterar la microbiota intestinal y explicar en parte ciertos de estos efectos desfavorables para la salud humana observados en estudios prospectivos efectuados sobre grandes poblaciones. «Este trabajo ha revelado que determinadas bacterias del intestino humano relacionadas con los trastornos gastrointestinales se asocian a un mayor consumo de comestibles ultra procesados», explica el estudioso primordial del CiberOBN, Jordi Salas.
Específicamente, el estudio vanguardista en este campo se realizó en una población mediterránea de seiscientos cuarenta y uno sujetos de edad avanzada reclutada en diferentes centros (Reus, Valencia, Málaga, Barna) que tenían un alto peligro cardiovascular. Estos participantes se clasificaron en 3 categorías conforme su consumo (bajo, medio y alto) de comestibles ultra procesados. Se recogieron, procesaron y examinaron muestras fecales de estos sujetos para conseguir información sobre la composición de su microbiota intestinal a través de métodos computacionales de alto desempeño.
Los autores observaron que los participantes del estudio pertenecientes al conjunto de alto consumo de comestibles ultra procesados mostraban una mayor exuberancia de bacterias relacionadas con enfermedades gastrointestinales, lo que sugiere que la dieta y el estado nutricional son determinantes esenciales en la salud humana a través del cambio de la composición de la microbiota intestinal. La detección de patrones dietéticos poco saludables relacionados con los perfiles de la microbiota intestinal serían esenciales para llegar a comprender los mecanismos de diferentes enfermedades y para el diseño de futuras estrategias de prevención y mejora en salud pública.
En este estudio han participado los conjuntos CiberOBN dirigidos por Jordi Salas, Francisco Tinahones, Dolores Corella, Montserrat Fitó y Miguel Ángel Martínez González, al lado del conjunto CiberESP dirigido por Jesús Vioque y al conjunto CiberDEM dirigido por Josep Vidal, ordenados todos ellos por Jordi Salas, mediante la Unitat de Nutrició Humana, del Departament de Bioquímica i Biotecnologia de la Universitat Rovira i Virgili-IISPV.