Sociedad

Divorcio: ¿Quién se queda con la custodia de los hijos?

Las parejas se separan por razones muy variadas. Lamentablemente es una cantidad bastante elevada de casos que se registran a diario en el mundo. Aunque el problema principal es el de decidir sobre la custodia de los hijos. Hoy queremos hablar un poco sobre este tema tan delicado.

Las separaciones de pareja tienen una carga emocional negativa que afecta de manera directa a los involucrados, y de forma indirecta a las personas más cercanas. Dentro de las más importantes destacan los hijos, pues pasan de vivir en un mundo con mamá y papá cada noche, a otro donde está solo mamá o solo papá a la hora de dormir.

Por esta razón, una de las principales ocupaciones debe ser velar por la estabilidad de los niños al ser sometidos a este proceso. Para ello, se ha planteado utilizar una custodia compartida entre ambos padres como solución principal, antes de recurrir a otras estrategias.

Al respecto de lo dicho en el párrafo anterior, la abogada Pilar González Arteaga plantea su opinión profesional al respecto:

Los padres deben procurar en todo momento que la custodia compartida sea la norma y no la excepción tras una separación, por ser el sistema que minimiza el trauma de la separación en los hijos y proporciona a éstos la mayor estabilidad”.

La organización personal para disfrutar de la custodia compartida

Por más que impere la buena voluntad por parte de ambos padres, existen elementos que deben considerarse antes de establecer la custodia compartida.

En primera instancia, el lugar de residencia deberá ser un sitio con las condiciones adecuadas para que un menor pueda desarrollarse con normalidad, tanto a nivel de personalidad como en sus actividades diarias.

De la misma forma, es necesario considerar los tiempos de duración que se tienen en el trayecto de la casa al lugar de trabajo. Esto se debe extrapolar también al lugar de estudio y la estrategia que podrá seguirse para cumplir con todas las responsabilidades. Es decir, que los niños puedan llegar temprano a su casa y el progenitor a su trabajo.

Una buena forma de llevar adelante este punto es que cada progenitor fije su residencia a poca distancia del otro. Así, el niño podrá mantener una rutina similar, indistintamente de con quién esté.

Asimismo, hay que revisar los horarios laborales y demás responsabilidades de cada progenitor, así como el nivel de influencia que tendrá sobre la rutina de los niños. Esto es importante porque si uno de los padres tiene un trabajo bastante fuerte que le impide buscar al niño al colegio, llegar temprano a casa, seguir un régimen alimenticio nutritivo, etc., se le hará complicado cuidar de él.

Sin embargo, esto no significa que no pueda participar de su crianza. Una buena parte de que las relaciones se mantengan al menos parecidas a lo que eran antes es que los padres sean capaces de establecer un mecanismo de comunicación respetuoso y fluido, en pro del bienestar del niño.

Por ejemplo, si la costumbre era que mamá llevaba al pequeño al colegio y papá lo recogía, puede seguir funcionando así, pues ya se tiene establecido un cronograma que ambos son capaces de cumplir y que se adapta a sus responsabilidades.

La organización de la agenda infantil

Aunque no se refiere a las agendas que conocemos a nivel gerencial, los menores tienen ciertas actividades regulares que deben cumplir. Por ejemplo, ir al colegio o asistir a sus actividades extracurriculares.

Bajo este esquema, los padres deben estar de acuerdo en los lugares establecidos para desarrollarlas. Quiere decir, conocer y validar el centro escolar, su sistema educativo, la calidad de sus programas y las posibles actividades extras que realizan.

Si los hijos practican algún deporte o asisten a clases de inglés, por ejemplo, se debe seguir un procedimiento semejante. Los padres deben estar de acuerdo en cada uno de los aspectos que tengan un impacto importante en el desarrollo de los niños.

Por supuesto no se trata solo de respetarlo, sino de cumplirlo. Mientras los niños estén en compañía de cada padre deben ser capaces de llevar a cabo sus actividades sin la menor cantidad de alteraciones.

La pensión alimenticia

Los asuntos económicos son uno de los elementos que causan mayor cantidad de conflictos. Sobre todo, cuando alguno tiene ingresos superiores a los del otro.

Evidentemente, un mayor ingreso será igual a un mayor poder adquisitivo. Esto se verá reflejado en las posibilidades y comodidades que pueda disfrutar el niño. Ellos son capaces de percibir las diferencias desde que están muy pequeños, por lo que hay que actuar con criterio y responsabilidad, permitiendo que tengan tranquilidad económica estén donde estén.

Beneficios de mantener una custodia compartida

Antes de pasar al desarrollo de este punto, se debe aclarar que lo primordial es que los padres mantengan una actitud que demuestre que lo más importante es la tranquilidad de sus hijos. En caso de no ser así, se generará un enfrentamiento que, lejos de ayudar a los pequeños, lo que puede es causarles mayores problemas de los que ya les está tocando afrontar.

Dicho lo anterior, pasaremos a revisar los beneficios de este método:

  • Aunque se generan cambios evidentes en la vida de todos, los hijos no suelen percibirlos tanto por la facilidad de que estarán junto a sus padres en igualdad de condiciones.
  • No existirá la sensación de abandono que es muy frecuente cuando llegan a pasar muchos días, incluso temporadas, sin ver el rostro de uno de sus progenitores.
  • Se evitan todo tipo de problemas psicológicos más complejos, como los sentimientos de culpa.
  • Los padres se desvinculan de las responsabilidades que tenían asignadas en la vida de familia para pasar a asumirlas en su totalidad ahora que no tienen la compañía constante de la pareja. Por ello, deben hacerse cargo de todo lo referente al hijo.

Los niños no tienen la culpa de las situaciones y problemas que suceden en la vida de los adultos. Ellos tienen derecho de vivir felices y con una estabilidad emocional que les permita un sano desarrollo físico y psicológico. Y los padres, aunque ya no deseen estar más juntos como pareja, siempre tendrán una razón para comunicarse y mantenerse unidos y en paz: sus amados descendientes.

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