El descalabro del «solo sí es sí»
La ministra de Igualdad, Irene Montero, aseveró que no se conocería ni «una sola reducción de penas» con su ley estrella y que todas y cada una de las advertencias formaban una parte de la «propaganda machista». El año acaba no solo con una, si no con más de cien rebajas de condenas a violadores, abusadores sexuales o pederastas y cientos más pendientes de revisión. Todas y cada una de las esperanzas del Gobierno tras la polémica liberada estaban puestas en la contestación del Tribunal Supremo, mas entre noviembre y diciembre los jueces de la Sala de lo Penal han avalado ya múltiples casos en los que se aplica la Ley orgánica de garantía integral de la libertad sexual, más famosa como la ley del «solo sí es sí», de forma más conveniente al reo. A última hora el Ejecutivo deseó introducir un «retoque técnico» en el Código Penal para rememorar a los jueces el espíritu de la regla. Un texto que, como explicó LA RAZÓN mediante distintos juristas, no cambia nada y el goteo de rebajas de penas proseguirá produciéndose durante dos mil veintitres.
Ante la gran expectación de la ciudadanía, mas asimismo de los jueces que precisaban saber de qué manera iba a interpretar la ley el órgano que marca la jurisprudencia, el Alto Tribunal decidió adelantar el fallo del «caso Arandina» a fines de noviembre. Las semanas precedentes habían sido horribles para el conjunto del Ejecutivo y, muy singularmente, para Montero que vio de qué manera se materializaban los efectos menos deseados de su regla. El «solo sí es sí» nació al calor de la lucha feminista y procuraba poner el permiso de la mujer en el centro. La ministra de Podemos deseó que el impulso tras la sentencia de la violación de La Manada cristalizase en una texto, mas al eliminar el término de abuso y fusionarlo todo en agresión sexual muchos juristas advirtieron: la ampliación del arco de penas provocará rebajas de condenas. La reforma del Código Penal prosiguió adelante, fue aprobada en Consejo de Ministros y pasó por las cámaras legislativas hasta llegar al BOE el pasado siete de septiembre.
En solo 3 meses los méritos de la ley se han visto enturbiados por el efecto más inmediato. Cincuenta de castigos revisados a la baja y más de una decena condenados por delitos sexuales puestos en libertad. Conforme el recuento que ha llevado este periódico el «solo sí es sí» resta ya prácticamente cien años de prisión a hombres que abusaron de mujeres y pequeñas. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hizo un llamamiento a la calma para dejar trabajar a los tribunales y que unificaran conceptos. Cuando el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, se pronunció hubo un respiro de alivio por el hecho de que acogió el criterio protegido por Igualdad, esto es, que si la pena impuesta es parte integrante de la nueva horquilla los fiscales debían oponerse a la rebaja. O sea, que si el delito de agresión sexual ya antes tenía un mínimo de 6 años y ahora el suelo está en 4 mas el techo en quince, si bien la pena inferior haya bajado, 6 prosigue estando en el abanico, así que su apuesta era que no se revisase como norma. La Fiscalía emitió este decreto de obligado cumplimiento y a su técnica se habían sumado otros tribunales como el de La Rioja o el de Navarra.
A lo largo del mes de noviembre, jueces penalistas de la mayor parte de provincias se reunieron para decidir qué hacer y la mayor parte decidió que no quedaba otra que aligerar los castigos. Así lo afirma el Código Penal en su artículo veintidos que recoge que siempre y en todo momento se debe aplicar la ley más conveniente al reo y, además de esto, de forma retroactiva. Está en la medula del Derecho Penal y es un principio constitucional.
Cualquier resquicio de duda se despejó con el pronunciamiento del Alto Tribunal. La sentencia de los exjugadores de futbol del Arandina deja negro sobre blanco que sus relaciones íntimas con una menor de dieciseis años en un piso de Burgos deberían haberse castigado con diez años, mas que se queda en 9 pues la ley del «solo sí es sí» era más conveniente. Por si quedase alguna duda dejaron apunado en el texto la obligatoriedad de aplicar la regla ventajosa al reo y que se debía comenzar «un proceso de revisión» de todas y cada una de las sentencias. Una segunda sentencia marca aún más la interpretación de la Sala de lo Penal que rebajó a la mitad (de 9 años a 4 y 6 meses) la condena a un hombre que tocó el trasero en una pista de hielo a múltiples pequeñas.
Los casos que aún pueden llegar al Alto Tribunal se cuentan por decenas y fuentes del órgano advierten que van a ir uno a uno, mas explican asimismo que está claro que las rebajas proseguirán. La solución, conforme apuntan, solo pasa por regresar a subir las penas, mas lo hecho hecho está y no va a poder haber modificaciones sobre todos los que ya se han favorecido.