el Rey cumplió el protocolo frente a la espada de Bolívar
“La espada de Bolívar es un símbolo interesante, mas no representa a Colombia ni a ninguna Corporación, por ende no veo por qué el Jefe del Estado debe levantarse para hacer un reconocimiento”, asegura Rafael Calduch, maestro de Relaciones Internacionales en la Universidad Complutense. Una opinión afín a la que defiende José Ignacio Guédez Yépez, presidente de la Asociación Causa Democrática Iberoamericana que recuerda que “no formaba una parte del protocolo” de la liturgia, asegura, al paso que apunta que el discute en torno a la resolución del Rey Felipe VI de continuar sentado “alimenta un discute irresponsable”. Por otra parte, el diplomático Inocencio Arias asegura que “es defendible que no se levantara”, si bien asimismo pone el acento en que para los iberoamericanos Bolívar es “loable” y ya anteriormente se ha honrado en múltiples ocasiones su figura.
En este sentido, Calduch apunta que hay que distinguir, desde el punto de vista protocolario, que se rinda homenaje a un símbolo que es la representación de un país tal como lo son la bandera respecto de otro género de distintivos. Por su lado, Guédez asegura que no se puede tratar este discute tal y como si fuera un partido de futbol y que, en el caso de generarse, las protestas le tocan al jefe de Estado colombiano, que por el momento no se han producido.
Al paso que del otro lado del charco, no existe polémica ni discute por la resolución del jefe del Estado de continuar sentado cuando pasó la espada -cuya aparición no estaba prevista en el acto de investidura del presidente Gustavo Petro- en España, partidos como Podemos o Esquerra emplearon la toma de posesión del primer presidente de izquierdas de Colombia para cargar contra el Jefe del Estado, on-line con lo que han hecho a lo largo de toda la Legislatura.
El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, criticó la “falta de respeto” que, a su juicio, practicó el monarca al ser “el único que continúa sentado frente a la espada de Bolívar, que representa la independencia y la soberanía de tantos pueblos sudamericanos que ya no son vasallos”.
El rey Felipe VI es el único que continúa sentado frente a la espada de Bolívar, que representa la independencia y la soberanía de tantos pueblos sudamericanos que ya no son vasallos. Menuda ofensa.
Entonces que por qué agrada tanto este rey a los ultraderechistas de VOX. pic.twitter.com/4pat2YOC3a
— Pablo Echenique (@PabloEchenique) August ocho, dos mil veintidos
Por su lado, el miembro del Congreso de los Diputados de ERC en el Congreso Jordi Salvador, cayó en el insulto en un mensaje de Twitter y aseguró que “es un impresentable digno heredero de muchos impresentables”.
És un impresentable digne hereu de molts impresentables. Un home que ha renunciat a ser persona per ser un digne successor d’una monarquia colpista, corrupta i pro feixista. Una monarquia atorgada pels franquistes que en un estat mínimament democràtic seria jutjada! Lamentable! https://t.co/2bNRyl0OmH
— Jordi Salvador Duch (@jsalvadorduch) August ocho, dos mil veintidos
En paralelo, desde el partido mayoritario de la alianza quitan el hierro al tema y tacha de “polémica veraniega” y al estimar “disparatado” que España deba solicitar excusas por este ademán. En exactamente la misma línea, el portavoz del PP en el Congreso de los Miembros del Congreso de los Diputados, Jaime de Olano, enjuició que el Rey “ha cumplido rigurosamente el protocolo” y tachó de “inadmisible” que Unidas Podemos insulte a la Jefatura del Estado al criticarle sin que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “diga ni media palabra”.
Sea como fuera, al día después de la toma de posesión de Gustavo Petro en España no se habla de otra cosa. No en balde, su uso en la liturgia no estaba previsto. Gustavo Petro, ordenó, como primer acto de su Gobierno, que la espada del Libertador Simón Bolívar, un símbolo de su lucha guerrillera y después política, fuera llevada a la tarima donde se hace la liturgia de investidura, a pesar de la negativa del gobierno saliente, que estimaba que no era su sitio. En verdad, ordenó un infrecuente receso de diez minutos en la liturgia de investidura para dar tiempo a que la Casa Militar de la Presidencia a llevar la espada a la tarima, ya antes del alegato de Petro.
Para Petro, que en su juventud militó en el M-diecinueve, la espada tiene un enorme valor simbólico, y por eso deseaba que estuviese en su acto de investidura, así como la estatua de la paloma de la paz, creada por el profesor Fernando Botero para la firma del pacto de paz con las FARC, en dos mil dieciseis, mas el Gobierno de su ahora predececesor, Iván Duque, no se lo dejó.
No obstante, tras la orden presidencial de Petro, y tras un rato de espera, 4 soldados vestidos con el uniforme de la temporada de la Independencia, llegaron a la Plaza de Bolívar llevando la espada en una urna de cristal que depositaron sobre una mesa en la tarima primordial.