El Salvador y su apuesta por bitcoin lo puede llevar al filo de la ruina
Todo empezó en el mes de septiembre del dos mil veintiuno cuando El Salvador, de la mano de su presidente, Nayib Bukele, se transformó en el primer país en admitir bitcoins como moneda de curso legal. A los poquitos meses el FMI advertía al país de los peligros de proseguir apostando por las criptomonedas y ahora se ven las primeras consecuencias: la apuesta de El Salvador lo puede llevar al filo de la ruina. Esta es la historia.
En dos mil uno, el país abandonó su moneda, el colón, en favor del dólar estadounidense. La meta era lograr estabilidad financiera. La realidad es que muchos salvadoreños dependen del envío de dinero de familiares en el extranjero: por lo menos la mitad de los hogares del país, conforme una investigación del Banco Interamericano de Desarrollo, firmado por Lukas Keller y Rebecca Rouse. Desde ese momento, El Salvador ha luchado a fin de que la moneda admitida les diera estabilidad. Mas el dólar no lo logró y entonces llegó Bukele y apostó por el bitcoin. El presidente no solo adquirió miles y miles de bitcoins (en conjunto se piensa que más de dos mil trescientos), asimismo creó una cartera digital para todo los salvadoreños (Chivo Wallet) en la que contaban con un bono de treinta dólares estadounidenses, desarrolló “bonos volcán” destinados a financiar la adquisición particular de bitcoins y, para finalizar, impulsó el sueño de una Bitcoin City, una urbe libre de impuestos, con su central de energía geotérmica para minar bitcoins sin apenas costo energético… Mas ninguna de estas ideas tuvo mucho éxito.
En suma el presidente del país centroamericano habría comprado unos dos mil trescientos uno bitcoins gastando más de cien millones de euros que la caída ahora han dejado en poco más de sesenta millones. Las pérdidas representan un tanto más de lo que El Salvador va a deber abonar en la próxima cuota de su deuda externa, lo que ha llevado a muchos economistas y organismos, como el ya antes citado FMI, a temer un escenario de ruina.
Mas para esto falta mucho: la próxima cuota va a deber pagarse en dos mil treinta y dos, el valor del bitcoin puede mudar mucho hasta ese momento y aunque Fitch Ratings (una agencia de evaluación de créditos estadounidense) ha bajado la calificación de la deuda de El Salvador a uno de los niveles más bajos, charlar de default como le ocurrió a Grecia en dos mil doce (su deuda era de ciento treinta y ocho mil millones de dólares americanos) es adelantarse mucho, tanto como opinar que las bitcoins salvarán al país.