El uso y abuso de los microcréditos, a debate
Están a la orden del día, pero los microcréditos deben solicitarse con mesura. Os contamos todo lo que se debe saber sobre estos activos financieros que para muchos suponen segundas oportunidades.
El origen de estos minicréditos tuvo lugar en Bangladesh, y fue Muhammad Yunus quien empezó a dar prestaciones económicas a familias desfavorecidas teniendo en cuenta que el riesgo de impago era muy alto, lo que se consideró como una medida de índole altruista. Al expandirse, el país europeo que mejor los acogió fue Inglaterra, para luego ir recalando en buena parte de todos los países del mundo.
El uso de estos productos financieros que otorgan las financieras privadas también ha traído consigo la proliferación de páginas web comparativas, desde las que los usuarios pueden escoger los minicréditos que más se avengan a su necesidad teniendo en cuenta la cantidad a solicitar, el coste que va a tener y el tiempo en el que se quiere devolver la cantidad solicitada.
Estas páginas están elaboradas por expertos que llevan a cabo análisis pormenorizados de los microcréditos que hay en el mercado, pero ¿Cuál es la que más se ajusta a todos los criterios según los especialistas? En lo más alto del ránking está WannaCash.es, donde la información sobre los minicréditos se dispone de forma muy clara, de modo que supone de gran ayuda a los usuarios para poder elegir con acierto.
Alrededor de los microcréditos la polémica está servida, según economistas
Los minicréditos han ido ganando el terreno financiero gracias a la implantación de Internet y la competencia entre financieras que ofrecen estos productos es muy grande, algo que va en beneficio de los clientes, ya que estas hacen todo lo posible por seducirlos con facilidades, aunque los intereses a pagar siguen siendo muy altos.
Este es el tema que más preocupa a los economistas, que ven cómo estos pueden repercutir en ciertos sectores sociales donde pueden sembrar la semilla de una fórmula nefasta y de graves consecuencias sociales y personales: hacer del endeudamiento un modo de vida.
Sobre el perfil de los usuarios de los microcréditos, los distintos estudios apuntan de que el mayor demandante de estos es un varón de alrededor de 40 años, asalariado, pero que no llega a fin de mes. A este se le suman las amas de casa de la misma edad y los estudiantes de 20 a 26 años que los piden para pagar sus actividades de ocio.
Alrededor de los microcréditos la polémica está servida, economistas de las grandes entidades bancarias argumentan que siempre andan asociados a la precariedad laboral y previenen contra esto pero a la vez siguen avalando a empresas financieras que sí los dan y colaboran estrechamente con ellas. Los economistas ultraliberales ponen el énfasis en que se trata de activos financieros que tienen un componente de ayuda social, pero esta es un arma de doble filo.
1 de cada 10 españoles usa los mini créditos para financiar las fiestas de Navidad
Hay quien se sirve de estos para emprender un negocio y en este sentido si tienen este componente de ayuda social, pero cuando se usan para la financiación de vacaciones y ocio este componente desaparece.
Lo cierto es que en España uno de cada diez españoles ya los usa para financiar las fiestas de Navidad y el entusiasmo sobre estos parece unánime entre los usuarios que cuentan que les sirven para hacer que su vida económica se convierta en un oasis al menos por un tiempo. Parece no importarles que pagarlos sea siempre farragoso, porque el 75% de los demandantes no se arrepienten de haberlos pedido. Solo el 25% restante afirma que no los va a pedir más y hasta han tenido que pedir aplazamientos en los pagos por no poderlos hacer efectivos en el tiempo pactado.
¿Lo mejor de los minicréditos? Que no cuentan con comisión de apertura ni avales. Nadie pregunta para qué va a ser destinado el dinero solicitado del préstamo y esto hace que el usuario no sufra ningún tipo de presión. La solicitud, por su parte, se puede hacer desde la comodidad del hogar y la tarea es bien sencilla, ya que basta con tener un D.N.I en curso, un número de cuenta corriente y una dirección de email.
Por lo demás bastan pocos minutos para saber si la solicitud ha sido aceptada o denegada, pero también se conceden microcréditos a los que están en la ASNEF. Solo hay que advertir a los usuarios que deben leer bien las cláusulas del contrato y no firmarlo si se tienen dudas sobre ciertos puntos, porque los minicréditos están copando una parte importante de la economía y se prevé que este es solo el principio.