La industria conservera de alimentos tiene en España una gran referencia mundial
Desde hace milenios el ser humano ha buscado maneras de conservar los alimentos, hasta la aparición de los aparatos eléctricos como la nevera o el congelador, eran muchas las técnicas utilizadas: Salazones, almíbares, encurtidos o curación; en definitiva, herramientas tradicionales que se han ido mejorando y que se siguen utilizando en la actualidad con una gran proyección en los mercados
La península ibérica ha gozado siempre de un clima propicio para el cultivo de multitud de variedades de alimentos que van desde los cereales, a las frutas, hortalizas y, en las últimas décadas, incluso productos tropicales. A eso hay que añadir los dos archipiélagos y los miles de kilómetros de costa donde desde la antigüedad se han instalado diferentes pueblos, ya fuera por comercio o para asentarse en el territorio. Ese carácter de cruce de caminos, el clima y el comercio han hecho de España un país rico a nivel mundial en la provisión de alimentos. Existen ejemplos como el Garum de Bolonia, en las playas gaditanas de Tarifa, que era una conserva a base de casquería de pescado delicatessen en el antiguo Imperio Romano. Por tanto, existe una gran tradición de la industria conservera como elemento clave del mantenimiento de los alimentos.
En ese contexto, siglos de tradición han asentado empresas tan señeras como Conservas Serrano, que desde 1880 en su sede riojana y con cuatro generaciones familiares en su haber, se ha consolidado como una de las grandes industrias conserveras españolas que han sabido adaptarse a los tiempos y diversificar sus productos para satisfacer las demandas del mercado. La comunidad de la Rioja tiene una importante industria conservera que se ha mantenido durante décadas, la excelencia de sus productos, la adaptación a las nuevas normativas y gustos del mercado, así como contar con materias primas de primer nivel, hacen de este sector una seña de garantía y un referente internacional en la conservación de alimentos.
El almíbar, como el azúcar conserva los alimentos
El almíbar es un jarabe de glucosa que contiene principalmente agua y azúcar. Existe una gran tradición respecto a esta técnica de conservación en la repostería y también en la industria de las conservas, especialmente de las frutas. Según la leyenda fue una princesa áraba la que “descubrió” el almíbar tras dejar cocer agua con azúcar y olvidar que tenía la cazuela en el fuego; no obstante, la leyenda ha dado paso a una tecnificación desde lo tradicional que hoy en día se sigue utilizando como por ejemplo en la conserva de los melocotones en almíbar uno de los productos estrellas de Conservas Serrano. Si bien hay otras frutas sobre las que se aplica esta técnica, los melocotones son seña de identidad de la marca y muy apreciados por los consumidores.
Otros productos reyes de la industria conservera
No obstante, el catálogo de alimentos de Conservas Serrano es muy amplio y variado, sin embargo, el principio que prima es de la calidad de la materia prima. Sin duda, elegir unos productos de calidad es el secreto para mantener la excelencia y la alta estima del mercado. Entre esos productos estrellas están los espárragos de Navarra que cuentan, incluso, con una IGP (indicación geográfica protegida), lo que denota la exquisitez de la materia prima y se asegura de que cumplen con un exhaustivo control durante su cultivo y recogida que atiende a los estándares de calidad que exige el Consejo Regulador. Igualmente, los pimientos del piquillo constituyen otra conserva que en Serrano se han esmerado en proteger su calidad y ofertarla como una de las mejores del mercado. Así pues, con más de ciento cuarenta años de historia, la familia Serrano goza de una de las marcas más reconocidas y apreciadas en el sector de las conserveras, pero todo ello no es óbice para que sigan innovando y probando nuevas metas con productos novedosos que buscan satisfacer a los paladares más exquisitos.