las predicciones para dos mil veintiuno del banco que predijo la caída de Trump
Saxo Bank es un entidad de inversión danesa que, de año en año, lanza su particular listado sobre las predicciones más sorprendentes que podrían hacerse realidad próximamente. Bajo el nombre de Outrageous predictions, valora ciertos acontecimientos poco probables, mas no por este motivo imposibles, que podrían menear los mercados financieros mundiales en dos mil veintiuno. En verdad, en su informe anterior, predijo con acierto la caída de Donald Trump.
Entre las nuevas, llama singularmente la atención la presunta fijación de Amazon con Chipre
Entre las nuevas, llama en especial la atención la presunta fijación de Amazon con Chipre. Conforme los especialistas daneses, existe la posibilidad de que el gigante tecnológico adquiera el país para transformarlo en su paraíso fiscal corporativo. Tal como recoge RT, el paso inicial de Amazon sería trasladar su sede a este territorio y después “comprar literalmente” el poder político para de este modo asistir a la isla a reescribir su código fiscal, de forma afín al de Irlanda.
Otros de los pronósticos es que Alemania debería salvar a Francia tras los desastres económicos provocados por el COVID-diecinueve. Concretamente, los especialistas charlan de un colapso sistémico del país que ocasionaría una ola de quiebras corporativas y que forzarían a su Ejecutivo a pedir ayuda. Esto forzaría al Banco Central Europeo a “imprimir suficientes euros para permitir un rescate masivo”.
Con relación a el discutido coronavirus, se plantea la posibilidad de que la vacuna ahora boca de todos pudiese terminar claramente con la economía mundial. Exactamente, como se ha estado imprimiendo más dinero a lo largo de los últimos meses para hacer en frente de la crisis que el virus ha causado, la llegada de un antídoto podría producir todavía más presión sobre la economía, en lugar de generar la tan ansiada restauración. Tal como apunta Saxo, esta situación aumentaría la inflación y el peligro.
Además de esto, el banco apunta a que China podría continuar desarrollando todavía más el yuan digital, que las economías emergentes podrían medrar a ritmos mayores merced a la tecnología y que el blockchain podría transformarse en nuestro escudo contra las noticias falsas.