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Muere Enrique Múgica, ex- ministro de Justicia del Partido Socialista

El jurista y político, una de las personalidades más relevantes del socialismo, ha fallecido la noche de este Viernes Santurrón a los ochenta y ocho años

Enrique Múgica, ex- ministro de Justicia con el Partido Socialista (mil novecientos ochenta y ocho-mil novecientos noventa y uno) y ex- Defensor del Pueblo (dos mil-dos mil diez), ha fallecido la noche de este Viernes Santurrón de coronavirus a sus ochenta y ocho años, conforme ha adelantado LA RAZÓN y confirmado Ferraz por medio de su cuenta oficial en Twitter.

El jurista y político, natural de San Sebastián el veinte de febrero de mil novecientos treinta y dos, era una de las personalidades más relevantes del socialismo. Empezó su actividad política a lo largo de sus años de estudiante de derecho en la Universidad Complutense de la capital española.

Más tarde empezó su militancia en el PCE, con lo que paso temporadas en la prisión (más de 4 meses en mil novecientos cincuenta y nueve y veintidos meses entre mil novecientos sesenta y dos y mil novecientos sesenta y siete). En mil novecientos sesenta y tres pasó al Partido Socialista, siendo miembro de su ejecutiva desde mil novecientos sesenta y siete, en cuyo congreso de Suresnes (mil novecientos setenta y cuatro) tomo parte activa en llevar a la Segregaría general a Felipe González, mientras que era nombrado secretario de Organización del partido.

En los principios de la Transición fue representante del Partido Socialista en la “Platajunta” (marzo de mil novecientos setenta y seis) que negoció con Adolfo Suárez el contenido de la Ley de reforma política. A lo largo de su paso por la cartera de Justicia entre julio de mil novecientos ochenta y ocho y marzo de mil novecientos noventa y uno, su Ministerio aprobó, entre otras muchas leyes, la de Demarcación y Planta Judicial, la de Sociedades Anónimas y las reformas procesales y penales que dieron sitio a la creación de los Juzgados de lo penal.

El homicidio por la parte de ETA en el mes de febrero de mil novecientos noventa y seis de su hermano Fernando Múgica, asimismo histórico componente del Partido Socialista Obrero Español mas ya retirado por entonces de la política activa, marcó un punto de cambio notable en la trayectoria política de Enrique. Desde ese instante, se resaltó como uno de los políticos socialistas más críticos no solo con el terrorismo de ETA, sino más bien con el nacionalismo vasco generalmente.

Por último, en el primer mes del verano de dos mil dejó su escaño parlamentario (tras prácticamente veinticinco años) y su militancia socialista debido a que era incompatible con su nueva responsabilidad, la de Defensor del Pueblo. Fue escogido por las Cortes con la práctica unanimidad, cargo que en el primer mes del verano de dos mil cinco renovó, lo que ocurría por vez primera en la corta historia de esta corporación en España. Tras este segundo orden, en el primer mes del verano de dos mil diez, cesó.

Su tarea como Defensor del Pueblo no estuvo exenta de polémicas, lo que le costó aun percibir la reprobación de su partido, como las derivadas de sus manifestaciones en favor de la Barrera de Cisjordania en dos mil cuatro, su recurso frente al Tribunal Constitucional a la reforma del Estatuto de Cataluña en dos mil seis (contra ciento doce artículos y 4 disposiciones auxiliares), su negativa a recurrir la Ley de Extranjería en dos mil (que entonces sí sería enmendada por el Tribunal constitucional) o bien su oposición a la Ley de Memoria Histórica y a los contactos entre el Gobierno de Rodríguez Zapatero y ETA.

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