Por qué razón fracasan el noventa y cinco por ciento de los nuevos productos que se lanzan al mercado (y de qué manera puedes eludir que te pase a ti)
Por año se lanzan cerca de treinta nuevos productos al mercado y el noventa y cinco por ciento fracasan, conforme Clayton Christensen, maestro de la Harvard Business School. Y absolutamente nadie es inmune. En el saco de los descalabros descansan las Google Glass (tras millones de dólares americanos de inversión absolutamente nadie sabe qué ha sido de ellas), la New Coke que Coca-Cola lanzó al mercado en mil novecientos ochenta y cinco (realmente se trataba de una nueva fórmula en la que se reemplazaba el azúcar común por el maíz de alta fructosa) o bien el lanzamiento en mil novecientos ochenta y dos de Colgate Kitchen Entrees (de hecho, Colgate, una compañía dedicada en venta de productos de higiene bucal, decidió lanzar su gama de comida precocinada).
Estas empresas grandes pueden permitirse el lujo de perder varios millones de dólares estadounidenses en el desarrollo de esos productos. Al fin y al cabo, en la plan de actuación de la innovación, una gran parte del camino es un ensayo y fallo. No obstante, en start-ups o bien empresas pequeñas que nacen para ofrecer un solo producto, un producto poco contundente puede ser fatal. Si falla el producto, fracasa la compañía. Por este motivo, el noventa y dos por ciento de las start-ups se hunden en los tres primeros años de echar a rodar.
¿De qué forma posiblemente solo subsistan el cinco por ciento de los productos que se lanzan al mercado? La doctora Svafa Grönfeldt, faculty del programa Diseño de Soluciones Eficientes con MITdesignX, que da MIT Professional Education en línea y en castellano, mantiene que “muchas innovaciones fracasan por el hecho de que introducen productos y/o soluciones sin que exista verdaderamente una necesidad. No hay un mercado para las soluciones que han creado”.
Muchas empresas lanzan productos al mercado ignorando a los usuarios. “Algunos de estos descalabros se generan por carencia de empatía por la parte de las compañías y por el hecho de que los que toman las resoluciones no se toman el tiempo preciso para estudiar y entender cuál es la necesidad real del usuario. Al no ponerse en su piel, entonces se percatan de que no existe mercado para las soluciones que han creado”, arguye la especialista.
Steve Jobs llevó como mucho alto a Apple por el hecho de que sabía lo que deseaba el consumidor. Lo esencial para él no era la tecnología, sino más bien la experiencia del usuario. En dos mil seis dijo: “Hay mucha tecnología en pos de un cliente del servicio. En otras palabras, muchas compañías hacen cosas por el hecho de que es técnicamente posible, mas al final a absolutamente nadie le importa y absolutamente nadie desea adquirirlas. Creo que lo bastante difícil es hallar aquello que se puede hacer y aquello que la gente quiere”.
Buscar soluciones es algo intrínseco en el humano. Mas son tantos los descalabros que hay que contar con las herramientas precisas para identificar, entender, encuadrar, amoldar y priorizar soluciones. Grönfeldt apunta que “el programa Diseño de Soluciones Eficientes con MITdesignX reúne las herramientas y habilidades precisas para guiar a un equipo a cara la toma de soluciones eficaces. Los cambios en nuestra vida rutinaria y en el ambiente de las compañías fuerzan a las organizaciones a revisar su estrategia cara sus mercados, sus empleados y sus clientes”.