San Francisco revierte la resolución de permitir a la policía emplear robots para matar sospechosos
La Policía de la ciudad de San Francisco deberá aguardar ya antes de percibir una autorización para poder emplear fuerza mortal contra sospechosos utilizando robots controlados remotamente, si es que llega a conseguirla. La Junta de Supervisores de la urbe, que el martes de la semana pasada aprobó la nueva política de equipamiento para la aplicación de la ley de la policía que contiene esta polémica autorización, ha dado un giro de ciento ochenta grados en la segunda votación tras las quejas y críticas recibidas por la parte de organizaciones de derechos humanos y ciudadanos. En todo caso, esta tampoco es una resolución final, puesto que el texto ha sido remitido a un comité para “discutirlo en profundidad”, conforme notifica The Verge.
La Junta de Supervisores de la ciudad de San Francisco debe aprobar anualmente esta política que define de qué forma el cuerpo de policía de la urbe puede utilizar su equipamiento militar. En la del actual año se incluyó un apartado en el que se señalaba que los robots de los que dispone la Policía de la ciudad de San Francisco puedan ser utilizados “como una alternativa de fuerza mortal cuando el peligro de pérdida de vida para miembros del público u oficiales es inminente y supera cualquier otra alternativa de fuerza disponible”. El Comité de Reglas de la Junta de Supervisores dio el visto bueno al texto y lo remitió a la Junta que debía efectuar dos votaciones, separadas por una semana, sobre exactamente el mismo antes que el regidor de la urbe, London Breed, diese la aprobación final.
La nueva de la aprobación en primera votación por la parte de la Junta de Supervisores provocó numerosas críticas entre aquéllas que se hallaba una carta de queja firmada por cuarenta y cuatro conjuntos de la comunidad. En ella se arguye que esta política pone “vidas en riesgo sin necesidad” y que “no hay base para opinar que los robots con explosivos podrían ser una salvedad al uso excesivo de la fuerza mortal por la parte de la policía. El uso de robots diseñados para desarmar bombas como bombas es un perfecto ejemplo de este patrón de escalada y de la militarización de la fuerza policial que preocupa a tantos en la urbe”.
Conforme con un portavoz de la Policía de la ciudad de San Francisco, la idea consiste en pertrechar robots con explosivos para “contactar, inutilizar o desorientar a un sospechoso violento, armado o peligroso” en “circunstancias extremas para salvar o prevenir más pérdidas de vidas inocentes”.
El primer caso en el que un cuerpo policial estadounidense empleó un robot para matar a un sospechoso fue en dos mil dieciseis. La Policía de la ciudad de Dallas usó un REMOTEC F5A para suprimir a un tirador que había abatido a 5 policías haciendo reventar cargas de explosivo plástico sostienes al robot.
La Policía de la ciudad de San Francisco cuenta en la actualidad con diecisiete robots, doce de ellos absolutamente operativos, que acostumbran a emplearse con propósitos como la desactivación de instrumentos explosivos, vigilancia y reconocimiento en áreas que son peligrosas para los agentes. El plantel incluye modelos como REMOTEC F5A, REMOTEC F6A, iRobot FirstLook, Recon Robotics Recon Scout ThrowBot , QinetiQ TALON y REMOTEC RONS.