Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, revolucionó la comprensión de la mente humana
Aunque muchos se oponen a sus premisas y teorías acerca del origen de la conducta humana, no deja de ser cierto que sus estudios abrieron las puertas hacia un área del conocimiento humano que anteriormente era muy poco estudiada, la mente.
El legado de Sigmund Freud
Freud nadó contra la corriente de la opinión pública de entonces, que ligaba los problemas del comportamiento humano con problemas espirituales y en casos muy graves, eran asumidos como “manifestaciones malignas”, pero sus estudios sobre la psiquis humana abrieron las puertas a la psicología moderna, cuya ciencia explica con precisión cómo funciona la personalidad humana.
A propósito, recientemente se anunció el inicio del rodaje de una nueva serie de televisión sobre Freud que va a ser transmitida por Netflix en el año 2020.
Esta serie llamada “Freud”, cuyo protagonista será el actor austríaco Robert Finster y será una coproducción de Satel Film (Austria) y Bavaria Fiction (Alemania), con el apoyo de la televisión pública austríaca ORF y Netflix, será grabada en Viena y Praga y tendrá una duración de ocho capítulos de 45 minutos cada uno, ambientada en la Viena imperial de finales del siglo XIX.
Contrario a lo que muchos pudieran suponer, esta serie no se tratará de un Freud psicoanalista, atendiendo a sus pacientes en un diván, sino más bien una propuesta muy original, ya que Freud será un cazador de asesinos de Viena que contará con el apoyo de una clarividente, un policía y un veterano de guerra.
En medio de la trama se reflejarán todos sus estudios sobre el psicoanálisis, ya que le tocará indagar los aspectos más ocultos de la mente humana, entre la razón y el instinto.
Esta serie sobre Sigmund Freud, aunque no es biográfica sino mucha ficción y acción, ha despertado el interés en la opinión pública sobre este gran científico.
Muchos lo habrán escuchado, algunos pudieron haber leído algunos de sus estudios, pero lo cierto es que esta serie está reviviendo a este gran personaje cuyo aporte al estudio de la mente humana sigue estando presente en los grandes círculos de estudio hoy en día.
La vida de Sigmund Freud
En este artículo se expone quién fue Sigmund Freud, su vida personal, sus estudios, detractores y por qué sus investigaciones han dejado una huella imborrable en la humanidad.
Sigmund Freud (Moravia, 6 de mayo de 1856) nació en el seno de una familia judía. Tuvo dos medio hermanos mayores (hijos de su padre de un matrimonio anterior) y después tuvo un hermano de padre y madre llamado Julius.
Sigmund reconoció muchos años después, que sintió muchos celos de su hermano apenas nació, pero a los nueve meses murió y le provocó un fuerte impacto y sentimientos de culpa, siendo esta experiencia lo que posteriormente le motivó a estudiar la psiquis humana.
Su padre, un comerciante de telas judío, había caído en bancarrota y cuando Sigmund tenía tres años se mudaron a Leipzig y luego a Viena, la capital del entonces Imperio Austro-Húngaro.
Sigmund era muy tímido y aunque practicaba las costumbres judías de su familia, se declaró “no creyente”.
En 1873 y después de haber destacado en los estudios secundarios, empezó a estudiar Medicina y se inclinó al área de la investigación. Fue entonces cuando comenzó a investigar uno de los temas que más le apasionaba, comprender el comportamiento de los humanos.
Después de un segundo fracaso amoroso, dificultades económicas y pocos avances en sus investigaciones, en 1882 se dedicó a ejercer la medicina clínica en el Hospital General de Viena. Investigó sobre las propiedades de la cocaína y la usó para tratar de curar a su amigo Von Fleischl de su adicción a la morfina, pero por desgracia, éste murió y la reputación de Freud cayó por los suelos.
A pesar de este incidente obtuvo una beca en el hospital de la Salpêtriere de París, donde estudió los fenómenos histéricos en los pacientes y el uso de la hipnosis para tratarlos. En Francia conoció a Martha Bernays, con quien se casó y tuvo a Mathilda, Sophie, Jean Martin, Ernst, Oliver y Anna, esta última se convirtió después en una famosa psicoanalista infantil.
En 1895 publicó su libro “Estudios sobre la histeria”, cuatro años después publicó “La interpretación de los sueños”, donde sentó las bases del psicoanálisis y en 1905 publicó su controversial libro “Tres contribuciones a la teoría sexual”, en el cual desató polémica en los altos círculos científicos sobre la relación de la sexualidad en la niñez.
Su fama corrió por toda Europa y Estados Unidos, donde el psicoanálisis tuvo mucha popularidad.
En 1923 publicó su clásico “El yo y el ello”, en el cual busca explicar el comportamiento humano. Ese mismo año se le diagnosticó cáncer de paladar, debido a su irresistible adicción a los puros y tuvo que someterse a 33 operaciones por el resto de su vida, donde se le extirpó el paladar blando, le colocaron una prótesis para separar la cavidad bucal de la nariz, aunque sin embargo su salud nunca mejoró.
En 1930 Alemania le otorgó el máximo de los honores, siendo este el premio Goethe, pero tres años después el régimen de Adolf Hitler se instauró y ordenó quemar todos sus libros por el simple hecho de ser judío.
En 1938 los nazis invadieron el Imperio Austro-Húngaro y la familia Freud tuvo que emigrar hacia Londres. Cuatro de sus nueve hermanas murieron en los campos de concentración nazis.
En la capital inglesa, Freud tuvo que ser operado nuevamente y estaba muy débil. Aún así publicó su último libro “Moisés y la religión monoteísta”. El 23 de septiembre de 1939, agonizando, le pidió a su médico una muerte digna. Éste le aplicó tres inyecciones de morfina y falleció.
Sus estudios sobre la mentalidad humana todavía siguen analizándose en todo el mundo. Aún hoy Freud tiene fuertes detractores, sobre todo en cuanto a la explicación de las conductas sexuales ligadas a las diferentes etapas de la infancia, sin embargo, queda bien claro que sus conclusiones revolucionaron la forma de entender la mente humana y sus enseñanzas siguen vigentes.