Smellphones, teléfonos que mandan mensajes y fotografías con fragancia
Imagina si fuera posible determinar el fragancia de una fruta o bien de un perfume, solo por su estructura molecular. Eso es exactamente lo que ha logrado un equipo de científicos del Instituto Weizmann, un avance que, conforme el comunicado oficial, “eventualmente va a conducir a la capacidad de digitalizar y reproducir olores a voluntad”.
Podríamos decir que todo empezó más de un siglo atrás cuando Alexander Graham Bell lanzó un reto a la comunidad científica
El equipo de Instituto Weizmann, dirigido por Noam Sobel recogió el guante y trabajó con unos doscientos voluntarios para crear un mapa de olores. “Hemos identificado las peculiaridades físicas y químicas de los olores que son significativas para la percepción humana –explica Sobel en un comunicado– . En el momento en que tengamos un dispositivo que mida las propiedades que hemos identificado, vamos a poder digitalizar la información utilizando códigos y algoritmos y después reproducirla y trasmitirla, como transmitimos la visión y el sonido. Va a ser un tanto como la manera en que se mezclan el colorado, el verde y el azul para crear cualquier color. Tenemos doscientos moléculas diferentes que podemos entremezclar para producir prácticamente cualquier fragancia observable. Desde este punto, lo que precisamos es una máquina que sea como el micrófono y otra que sea como el altífono. Creo que estamos a pocos años del smellphone, un teléfono que registra y recrea los olores con precisión. Esta es la culminación de veinte años de trabajo y es muy emocionante”.