Vidente de nacimiento, ¿por qué hay que consultarle?
Los videntes de nacimiento son aquellas personas que han nacido con un don especial. Es decir, que desde niños han manifestado una percepción fuera de lo común, muy desarrollada, que le permite ver lo que no es evidente para los demás.
Los videntes de nacimiento son seres comunes y corrientes: a simple vista no hay nada diferente en ellos. Sin embargo, son personas que pueden captar las señales del universo y recibir información del pasado, presente y futuro.
Tienen el conocimiento de los sucesos que marcarán la vida de las personas y son una herramienta muy valiosa para tomar decisiones.
¿Dónde conseguir videntes de nacimiento?
Para contactar a un vidente de nacimiento hay que estar seguro que la página web a consultar es un sitio con prestigio, conocido por su buena reputación como https://videntedenacimiento.com/ que garantice que la vidente es de nacimiento, buena y confiable.
Las videntes de nacimiento no necesitan las cartas del tarot, tampoco otro instrumento de adivinación, ya que su don viene dado internamente y no se necesita ningún vehículo. Algunas de ellas, usan algún elemento, como las cartas, para canalizar las energías, pero no todas.
Las personas pueden detectar una vidente de nacimiento por muchos indicios. Primero que nada, por la gran intuición, los videntes de nacimiento no necesitan mucha información, solo hacen algunas pocas preguntas que sirvan de base.
Otro aspecto es la empatía, las videntes de nacimientos son capaces de conectarse de inmediato con las demás personas, con solo unos minutos de trato se tiene la sensación de conocerla de toda la vida.
Por último, se puede decir que las videntes que lo son por nacimiento tienen un compromiso con su don; son personas que quieren ayudar a sus consultantes, ya que piensan que deben retribuir al universo por el don recibido.
Vidente sin gabinete
Una vidente sin gabinete es aquella que atiende a sus clientes a distancia, por teléfono u otro medio, mientras ella está en su propio espacio, es decir en su casa.
Esto tiene muchas ventajas:
La vidente está en su ambiente, lo que hace que la energía fluya mucho mejor. Allí, la vidente tiene los objetos esotéricos que la ayudan a conectarse y además está relajada y tranquila.
La clarividencia se manifiesta mucho mejor cuando la persona está relajada, es por eso que muchas visiones ocurren durante el sueño.
La comunicación telefónica facilita mucho el proceso, es mucho más fácil solo marcar un número que tener que salir a la calle, conducir el coche y esperar en un gabinete para ser atendido.
La atención a distancia hace que la vidente pueda atender a muchos clientes en poco tiempo.
Las consultas a distancia funcionan mucho mejor ya que al no estar en contacto físico la energía se potencia. Cuando la persona que va a consultar y el vidente no están en la misma habitación, todo se dirige de manera mental y espiritual, esto hace que no haya interferencias.
Uno de los elementos más importantes en un vidente es la voz. El tono, la manera de hablar y la velocidad son muy importantes para conectarse y lograr entrar en confianza. Con las consultas telefónicas el único contacto es a través de la voz, así la energía se intensifica y la vidente puede captar la información y transmitirla.
Situaciones para consultar a una vidente de nacimiento
- Al consultar una vidente se puede obtener información importante para la toma de decisiones. Si estás en una encrucijada en tu vida y no sabes qué camino tomar, consulta a una vidente.
- Cuando se tienen problemas de pareja y la situación está llena de malos entendidos. Una vidente puede aclarar las cosas y ofrecer información fiable para resolver el asunto de la mejor manera.
- Si se está frente una propuesta de trabajo nueva y hay mucha incertidumbre alrededor de ella. Cuando nos están ofreciendo una posición nueva no se sabe si es verdad todo lo que nos dicen. Una vidente puede aclarar el panorama.
- Cuando se tiene una idea para un negocio nuevo y no se sabe si va a ser rentable o no, una vidente puede traer información del futuro para que no se haga una inversión infructuosa.